La diabetes
tipo 2 va en aumento y afecta ya a más de 255 millones de personas, aunque el
90% de los casos podría evitarse con un estilo de vida saludable
Hay quien compara a la diabetes
tipo 2, o diabetes "del adulto", con un tsunami. Es una patología rara en
niños (aunque cada vez es más frecuente, debido a las elevadas tasas de
obesidad infantil), a diferencia de la tipo 1, que suele presentarse en la
infancia. En la primera, el cuerpo no aprovecha bien la glucosa de los
alimentos y eso se traduce en que los niveles de glucosa de la sangre están
demasiado elevados, algo muy arriesgado para la salud a largo plazo. Las cifras
de esta enfermedad, en claro aumento, no dejan lugar a dudas: es una epidemia.
Es una patología que afecta, a
nivel mundial, a más de 255 millones de personas. Dado que supone la cuarta causa de muerte en los
países desarrollados vale la pena evitar a toda costa los hábitos que
incrementen el riesgo de padecerla. El presente texto se
centra en los hábitos dietéticos que pueden promover su aparición.
Diabetes:
cinco hábitos para revisar
Más de 300 millones de personas
padecen diabetes en la actualidad. De ellas, el 85% presentan la llamada
"diabetes del adulto" o diabetes tipo 2. Y los pronósticos no son
halagüeños: se estima que en 2025 se sumarán a esta lista 33
millones de personas más, y que del 30% al 40% de los europeos padeceremos
diabetes a lo largo de nuestra vida, según la Sociedad
Europea de Cardiología. Razones todas para revisar nuestros hábitos dietéticos
y modificar aquellos que predisponen a padecerla.
Tomar a menudo bebidas azucaradas. Los mal llamados "refrescos"
incrementan el riesgo de diabetes. "Mal llamados" porque es una
denominación con una connotación positiva, que puede dar a entender que su
consumo no solo es inocuo, sino que tienen una capacidad de refrigerar nuestro
cuerpo superior a la de la barata y saludable agua fría. El estudio más reciente que relaciona la diabetes
tipo 2 con el consumo de bebidas azucaradas se publicó en abril de 2013 en la
revista 'Diabetología'. Se constató que tomar el equivalente a una lata de
refresco al día puede aumentar un 22% el riesgo de padecer diabetes tipo 2. La
investigación evaluó ocho cohortes europeas (350.000 participantes) que
participan en el Estudio Prospectivo Europeo sobre Cáncer y Nutrición (EPIC).
La doctora Dora Romaguera, una de
las responsables del estudio, realizó unas contundentes afirmaciones para Diario Médico: "Teniendo en
cuenta el aumento en el consumo de bebidas azucaradas en Europa, se deben
enviar a la población mensajes claros sobre el efecto contra la salud de estos
refrescos".
Beber zumos
de forma habitual. Es bastante conocido que las
bebidas azucaradas incrementan el riesgo de diversas patologías, como
es el caso de la obesidad. No tan conocido, sin embargo, es que los zumos
incrementan el riesgo de diabetes. Es lo que observó en agosto de 2013 un análisis de la dieta de 12.198 voluntarios,
publicado en la revista British Medical Journal. Como era de esperar, el
consumo de fruta entera disminuyó el riesgo de padecer diabetes, mientras que
el consumo de zumos de fruta lo incrementó. En este artículo de EROSKI CONSUMER se detalla que no
conviene tomar a menudo zumos de fruta, aunque sean caseros, ya que ello puede
suponer (en función de la frecuencia y el volumen) asumir diversos riesgos para
la salud a largo plazo, sobre todo en niños.
Consumir de
forma frecuente carnes procesadas. Cada vez hay más pruebas de los riesgos del consumo habitual de carnes
procesadas, tales como carne ahumada, curada, salada o a la que se han añadido
conservantes. En este grupo entran el jamón, el tocino, las salchichas, el
salami los "perritos calientes" y similares. Un estudio epidemiológico llevado a cabo
en Francia, que siguió a 66.118 mujeres durante 14 años, observó una relación
clara entre el consumo de cárnicos procesados y el riesgo de padecer diabetes.
Una reciente investigación publicada
en la revista American Journal of
Epidemiologyn relaciona su ingesta con un mayor riesgo de
mortalidad por todas las causas. Así pues, no extraña que entidades de
referencia como el Fondo Mundial para la Investigación del
Cáncer (WCRF, en su siglas en inglés) propongan "evitarlas". Para el
WCRF está probado que evitar las carnes procesadas
(además de no tomar más de 500
gramos de carnes rojas a la semana) disminuye el riesgo
de una enfermedad tan grave como la diabetes: el cáncer de colon.
Basar la
dieta en refinados. Un metaanálisis hecho público en octubre de 2013 (European Journal of
Epidemiology) por investigadores del Departamento de Salud Pública
de la Facultad
de Medicina de la
Universidad Noruega observó un mayor riesgo de diabetes ante
un mayor consumo de alimentos refinados, como el arroz blanco. Así, mientras que
consumir alimentos integrales (pan integral, pasta integral, arroz integral, etc.)
disminuye el riesgo, los refinados pueden aumentarlo. La conclusión de los
autores es clara: "Nuestros resultados apoyan las recomendaciones de salud
pública para reemplazar los granos refinados con granos enteros y sugieren que
se deben consumir al menos dos raciones de granos integrales por día para
reducir el riesgo de diabetes tipo 2".
Acudir con frecuencia a los 'fast-food'. El
más reciente consenso español de prevención y tratamiento
de la obesidad señaló que "el consumo de fast food de forma habitual (más de una
vez a la semana) puede contribuir al incremento de la ingestión energética y a
la ganancia de peso y obesidad". Por ello aconsejó "limitar el
consumo habitual (frecuencia de más de una vez a la semana) de fast food",
o comida rápida. La ganancia de peso es uno de los principales determinantes
del riesgo de diabetes, tal y como mostró una
rigurosa investigación publicada en Diabetes Research and Clinical
Practice en septiembre de 2010.
Prevenir la diabetes: ¡mejorar el estilo de vida!
El estilo de vida, del que forma una parte importantísima la
alimentación, desempeña un papel crucial en la prevención de la diabetes tipo
2, o diabetes "del adulto". Nueve de cada diez casos
de diabetes son prevenibles, según el Departamento de Nutrición
de la Universidad
de Harvard, tal y como puede comprobarse en la edición de febrero de 2006 de la revista Public Health Nutrition.
Harvard considera que realizar actividad física de forma regular, no
fumar, seguir una dieta sana e intentar mantener un peso saludable puede evitar
el 90% de casos de diabetes tipo 2. Esto nos lleva al doctor Ben Goldacre,
autor del recomendable libro 'Mala ciencia', quien, entrevistado por El País, respondió a la pregunta
"¿cuál es el error médico más extendido?", con la siguiente frase:
"No saber detectar si algo en tu estilo de vida te genera problemas. Se
necesitan ideas muy sencillas que no se enseñan en los colegios. Esa es la tragedia".
JULIO BASULTO