No fumar, mantener un peso normal, seguir una dieta saludable y tener un alto nivel de actividad física pueden prevenir más del 40% de los casos de cáncer de endometrio
La dieta no puede curar un cáncer una vez instaurado, pero sí puede prevenir
la aparición de diversos tumores, como el de mama. Nuevos datos apuntan que otro
cáncer muy habitual en las mujeres, el de endometrio, guarda relación con la
nutrición, aunque también con la actividad física. Se trata de una dolencia
muchísimo más común en países con altos ingresos, lo que lleva a pensar que
quizá haya factores del estilo de vida implicados en su desarrollo. Por ello,
el Fondo Mundial para la
Investigación del Cáncer (WCRF, en sus siglas en inglés) y el
Instituto Americano para la
Investigación del Cáncer (AICR) han llevado a cabo una
extensa revisión de la literatura científica disponible al respecto. Las principales conclusiones del informe de estas dos organizaciones (cuyo objetivo principal
es que población sea consciente de la importancia de los hábitos de salud) se
exponen en el presente texto.
Algunos datos relevantes sobre el cáncer
de endometrio
El cáncer de endometrio (la mucosa que recubre el interior del
útero) es el cuarto tumor más
común en mujeres. Suele
afectar a mujeres posmenopáusicas y, por lo general, se diagnostica a partir de
los 50 años. Por suerte se trata de un tipo de cáncer con un buen pronóstico en
países desarrollados, tal y como reflejan las altas tasas de supervivencia de
quienes lo padecen en estos países. Ello se debe al diagnóstico precoz, que se
acompaña de un tratamiento cuya implementación no se demora. Sin embargo, esta
ventaja se contrarresta, en parte, por el hecho de que en los países desarrollados
muchas más mujeres no tienen hijos: el informe del WCRF/AICR detalla que no
tener hijos incrementa el riesgo de sufrir este tipo de cáncer.
Exceso de peso y cáncer de endometrio:
relación convincente
Los investigadores evaluaron diferentes aspectos relacionados con
la nutrición y la actividad física que pueden influir sobre el riesgo de sufrir
cáncer de endometrio. De todos ellos, el único que fue clasificado como
"convincente" fue el exceso de peso. En cualquier caso, otros tres
factores muestran una relación "probable" con este tumor: la actividad física, una dieta con una alta carga
glucémica y el café, como se amplía más adelante.
El incremento del riesgo asociado al exceso de peso (que se
observa tanto si se tiene en cuenta el Índice de Masa Corporal -IMC-, el
perímetro abdominal o la ganancia de peso en la edad adulta) se cree que se debe a que
el cuerpo segrega una serie de sustancias que pueden promover el crecimiento de
las células cancerígenas, tales como hormonas, factores proinflamatorios y factores
de crecimiento.
Actividad física contra el cáncer de
endometrio
La actividad física puede reducir las posibilidades de sufrir este
tipo de cáncer. Los beneficios de la actividad física en la prevención del
cáncer de endometrio pueden atribuirse a diversos factores, uno de los cuales
es que quien hace mucho ejercicio físico tiene menos posibilidades de sufrir
obesidad. La buena noticia es que cualquier tipo de actividad física resulta
beneficiosa para prevenir este tumor. Así, mientras realizamos las tareas del
hogar, caminamos, vamos en bicicleta o si desempeñamos un trabajo activo,
disminuimos las posibilidades de tener un cáncer de endometrio.
Una infografía del WCRF/AICR detalla que hasta cuatro de cada
diez casos de cáncer de endometrio se pueden prevenir si se mantiene un peso saludable y se
sigue un estilo de vida activo (con un mínimo de 30 minutos de actividad física
cada día). A ello habría que añadir el efecto del tabaquismo (que incrementa el riesgo de forma
clara) y el de la alimentación.
Cáncer de endometrio: alimentación para
prevenirlo
Como una alimentación
saludable disminuye el riesgo de
sufrir obesidad, se puede concluir que protege de forma indirecta del cáncer de
endometrio. En cualquier caso, de los diversos factores dietéticos aislados
analizados por el WCRF/AICR, solo mostraron una relación "probable"
la carga glucémica y el café. Por una parte, los estudios revelan que quien
toma café presenta menos riesgo de padecer la enfermedad. No obstante, el
WCRF/AICR considera que no existe suficiente
información como para recomendar el consumo de café como medida de protección.
Por otra parte, la carga glucémica
aumenta el riesgo de sufrir esta dolencia. La carga glucémica es una medida que
indica la cantidad de glucosa disponible para utilizar o almacenar tras la
ingesta de un alimento que contenga carbohidratos. Así, una dieta con una alta
carga glucémica se traducirá en altas cargas de glucosa sanguínea que, si no es
utilizada, se almacenará. Ello aumenta, además, nuestros niveles de ciertas
sustancias que estimulan la división de las células cancerígenas o que
incrementan la oxidación celular.
En cualquier caso, el panel de expertos que ha elaborado el
informe apunta que la evidencia que relaciona la carga glucémica con el cáncer
de endometrio proviene de países desarrollados, en los que una gran proporción
de los carbohidratos consumidos provienen de alimentos ricos en azúcares (como
los refrescos) o de alimentos muy
procesados. Para reducir el riesgo, hay que disminuir al máximo nuestra ingesta
de tales alimentos. Por otra parte, no se observó relación entre el cáncer de
endometrio y otros factores analizados, como el índice glucémico, la ingesta de té,
soja o de carne roja o el consumo de multivitamínicos.
JULIO BASULTO